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¿CÓMO COMBINAR CAPAS DE ROPA PARA HACER ACTIVIDADES AL AIRE LIBRE?

1. Cómo combinar capas para hacer actividades de montaña

Cuando nos gusta movernos por la montaña, la ropa que llevamos es fundamental para ir cómodos y bien protegidos de las inclemencias del tiempo si las cosas se complican. La mejor manera de vestirse para practicar actividades al aire libre, sean las que sean, es adoptar el famoso sistema de tres capas.

¿En qué consiste el sistema básico de tres capas?

  • Capa interior: aleja la humedad y el sudor del cuerpo
  • Capa intermedia: ofrece aislamiento para mantenerte en calor
  • Capa exterior: protege del viento, la lluvia, la nieve, etc.

2. ¿Por qué es importante llevar varias capas?

Las capas que protegen de las inclemencias del tiempo son estupendas para bloquear el viento y la lluvia, pero no son lo suficientemente transpirables como para conservar una temperatura corporal agradable durante la actividad. El aislamiento es importante para el frío, pero deja que se libere el sudor para no sentir la humedad y el frío. Por eso llevar diferentes capas para aprovecharse de sus diferentes funciones es lo mejor para vestirse con un sistema que resulta cómodo, protector y cálido.

Cuanto más diferentes sean las capas que llevemos, más nos podremos adaptar a los cambios atmosféricos o de ritmo. Por ejemplo, nos podemos quitar capas aislantes pero seguir llevando las impermeables. O llevar solo la capa interior cuando haga calor o aceleremos el paso. Recuerda: Es fácil quitarse capas si tenemos calor, pero no podemos añadir más capas si no las hemos cogido.

3. Cómo combinar capas para hacer senderismo

Como ocurre con todos los tipos de prendas para hacer senderismo, es importante tener en cuenta el clima por el que nos vamos a mover y las condiciones atmosféricas con las que nos vamos a encontrar. De todos modos, aquí te dejamos algunas ideas para saber qué ponerte.

Un sistema de capas para hacer senderismo en verano sería así:

Parte de abajo:
Unos pantalones de senderismo finos con un acabado repelente al agua duradero (DWR) que proteja de la humedad, además de unos pantalones impermeables para llevar en la mochila que te puedas poner por encima si empieza a llover mucho. En verano es menos probable que necesitemos unos pantalones aislantes, pero si vamos a movernos a gran altitud, las temperaturas en verano pueden ser más bajas de lo que nos pensamos. En climas más cálidos, llevar unos pantalones cortos puede ser suficiente, pero es importante llevar protección adicional por si cambia el tiempo.

Parte de arriba:
Capa interior: lo ideal es que sea una capa interior fina elaborada con fibras sintéticas, que alejen la humedad del cuerpo de manera rápida y eficaz, o con lana merino o una mezcla de esta, un material absorbente, inhibidor de los olores y ligeramente aislante, que resulta muy agradable al contacto con la piel. También podemos apostar por una capa interior con protección solar incorporada para hacer senderismo en climas más cálidos. La transpirabilidad y el control de la humedad son factores fundamentales en este caso.

Capa intermedia: puede ser una chaqueta sintética o de plumón fina, o un modelo híbrido con lana natural y aislamiento sintético que proteja del viento y aísle bien, sin dejar de ser transpirable para tramos más intensos. Esta capa también puede ser un forro polar fino o de densidad media. No obstante, independientemente del parte meteorológico, si nos vamos a aventurar en la montaña, siempre debemos llevar una capa aislante encima. Siempre puede ser necesaria en caso de emergencia.

Capa exterior: una chaqueta con protección total ante las inclemencias del tiempo. Las chaquetas del tipo hardshell o softshell resistentes al agua y al viento elaboradas con una membrana impermeable especial, como GORE-TEX®, son fundamentales para contar con una buena protección ante los elementos en entornos alpinos. Para hacer senderismo en verano, esta capa puede ser más fina y compacta.

Un sistema de capas para hacer senderismo en invierno sería así:

Parte de abajo:
El sistema de capas para las piernas es fundamental, sobre todo en invierno. Llevar ropa interior de pernera larga o unos leggings

Los pantalones de senderismo del tipo shell pueden o no ser aislantes, pero es importante que sean impermeables. Piensa en modelos con cremalleras en los bajos para ponértelos con las botas o con polainas incorporadas para mayor protección.
Algo imprescindible es llevar unos calcetines acolchados y cómodos.

Parte de arriba:
Capa interior: una capa interior de manga corta, preferiblemente de lana merino, por sus propiedades aislantes, reguladoras de los malos olores y gran transpirabilidad. Los modelos de cuello alto con cremallera corta permiten ventilar cuando sea necesario y proteger el cuello, que es una zona más sensible. En condiciones de frío extremo, puedes llevar una capa interior de densidad media o alta, pero recuerda que esta capa está en contacto con la piel y debe realizar su función para controlar la humedad del cuerpo.

Capa intermedia: una chaqueta de plumón ofrece la mejor relación calidez-peso como material aislante. Aunque, si se moja, pierde parte de su función aislante. Por eso es importante pensar bien en las condiciones en las que nos vamos a mover a la hora de elegir la capa intermedia. Entre otros materiales aislantes se encuentran los tejidos de felpa de poliéster, las fibras de relleno sintéticas o, incluso, mezclas termorreactivas de lana y materiales sintéticos. En invierno podemos llevar una capa intermedia (principal) y cargar otra aislante adicional (secundaria) por si hace mucho frío o para abrigarnos durante los descansos.

Capa exterior: si vamos a hacer senderismo en invierno, merece la pena invertir en una chaqueta hardshell de tres capas que ofrece una protección total ante los elementos. Las capas adicionales con tecnología impermeable te mantienen seco más tiempo, algo importante en una estación en la que las precipitaciones pueden ser persistentes. Una capucha ceñida y puños ajustables también ofrecen mayor protección y comodidad.

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4. Cómo combinar capas para esquiar

El sistema de capas para esquiar es similar al de senderismo, aunque el nivel de intensidad suele ser mayor en el esquí y es mejor llevar materiales y contar con propiedades pensados para este deporte.

Parte de abajo:
Los pantalones de esquí suelen ser aislantes y proteger del viento y del agua. Es mejor optar por modelos elaborados con materiales duraderos, pues el nivel de desgaste es mayor en una actividad que incluye planchas de madera con bordes afilados.
Capa interior: A bajas temperaturas también puedes llevar unos leggings térmicos, como unas mallas de lana merino elásticas. Resultan suaves al contacto con la piel, son transpirables y alejan bien la humedad del cuerpo, para que no te quedes frío mientras esperas al telesilla. Además, son aislantes e inhiben los olores. Otra opción es llevar ropa interior de pernera larga en poliéster.

Parte de arriba:
Capa interior: en este caso, lo principal es que sea transpirable y que elimine bien la humedad. Las capas intermedias para esquiar pueden ser finas o algo más gruesas, dependiendo de las temperaturas. Pero el esquí es una actividad de octanaje alto, por lo que es necesario que la ropa aleje el sudor de la piel, de lo contrario te quedarás frío rápidamente en el telesilla. La lana merino conserva sus propiedades aislantes aunque esté húmeda, por eso es una opción estupenda como capa interior para esquiar. Los diseños con cuello alzado y cremallera resultan prácticos para aumentar o reducir el nivel de aislamiento. Llevar una braga para el cuello también es útil para abrigar y proteger el cuello y la zona de la barbilla del viento.

Capa intermedia: una chaqueta de forro polar es una capa aislante eficaz y con gran gestión de la humedad para esquiar. Conserva sus propiedades aislantes aunque esté húmeda y también es una buena prenda para días en los que nieva con intensidad, o si vas a hacer esquí de travesía y es probable que sudes más. En días muy fríos y secos, la mejor capa intermedia es una chaqueta de plumón. El plumón ofrece un buen aislamiento y es ligero. Además, se comprime y ocupa poco espacio cuando ya no tienes que llevarlo puesto.

Capa exterior: las chaquetas de esquí suelen tener una capa aislante incorporada o un forro polar; en tal caso, es mejor que lleves una capa intermedia más fina.
Una propiedad fundamental es la protección contra el viento, un factor que siempre afecta al esquiar, ya sea porque haga viento o por el que creamos nosotros mismos al descender. Aunque nunca está de más tener una prenda impermeable, un acabado repelente al agua duradero (DWR) puede ser suficiente si se va a esquiar con buen tiempo. Asegúrate de que la chaqueta tenga una capucha compatible con el casco, para poder proteger la cabeza de las tormentas de nieve. Los elementos para regular la ventilación, como cremalleras y aberturas traseras, son muy útiles para regular los cambios de temperatura corporal, sobre todo al hacer esquí de travesía. Una chaqueta de esquí también puede llevar un refuerzo en la parte inferior para que no entre la nieve en el cuerpo.