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Simone Mondino & Romina Manassero

Vivacs de emociones

#SALEWAFACES

Desde que éramos pequeños, el vínculo con nuestras montañas siempre ha sido muy fuerte y ahora, gracias también a nuestro trabajo, tenemos el deber de describíroslas. Aquí, donde el turismo masivo todavía no tiene tanta presencia como en otras zonas, todavía se respira ese aire «salvaje» que tanto nos gusta y que, desde cierto punto de vista, sentimos realmente «nuestro».

Tanto en nuestros viajes de trabajo como en la montaña, siempre buscamos la «soledad» para intentar captar la verdadera esencia de los lugares que visitamos y entrar en simbiosis con la naturaleza que nos rodea.

Nuestro proyecto «I BIVACCHI» (los vivacs) comienza en un valle que queremos mucho: el Valle Gesso, en pleno corazón de los Alpes Marítimos. A pesar de la cercanía de Francia, la Liguria y Montecarlo, aquí aún se vive ese ambiente íntimo y puro que nos recuerda el alpinismo de antaño. Argentera, Corno Stella, Monte Matto, Asta… por nombrar solo algunas de las cumbres que reinan indiscutiblemente en este rincón del Piamonte, donde todavía resiste el hielo del Gelas que, junto al Clapier, resultan ser los más meridionales de todo el arco alpino. No podíamos, por tanto, empezar en otro lugar… de nuestro «cuneese» y sus vivacs que surgen justo frente o a los pies de estas históricas montañas: Guiglia, Varrone y Moncalieri, tan distintas entre sí, pero iguales en su mágica esencia.

Caminar durante horas, kilómetro tras kilómetro dejando atrás el frenesí de la llanura, con la mente que cada vez se siente más libre, porque creemos que la montaña realmente te ayuda a regenerarte.

Mientras subimos a lo largo de las pendientes que conducen a los vivacs, fantaseamos con lo que nos esperará y a medida que subimos, a pesar de las mochilas bien cargadas, experimentamos una sensación de paz y ligereza, porque la montaña nos transmite, siempre, toda su energía positiva que, muchas veces, no se puede describir con palabras.

Sentirte aislado del mundo, olvidarte del móvil durante horas y aún así sentirte conectado contigo mismo y disfrutar plenamente de cada momento… La sencillez aquí arriba es esencia pura: un libro, una vela y una buena pasta con alubias que hierve mientras el día llega lentamente a su fin.
Los últimos tímidos rayos de sol iluminan las cumbres más altas regalándonos matices que nos reconfortan el corazón; algunas cabras montesas vienen a hacernos compañía, curiosas por nuestra presencia, mientras las estrellas empiezan a brillar hasta convertirse en las verdaderas protagonistas de la noche.

La madera que chisporrotea mientras brilla la luna llena, la linterna frontal que ilumina el camino, el aroma del café que proviene de la cafetera mientras sale el sol… cada instante es digno de inmortalizar.

Los vivacs unen, hacen que las personas se conozcan, emocionan… son como los libros: custodian recuerdos, narran historias y realmente pueden sacar lo mejor de ti mismo.

«En la vida solo si estás preparado para considerar lo imposible puedes descubrir algo nuevo».
- J. W. Goethe

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